¿Esperar? por Perecedero.

De vuelta en Chile, y de regreso a mi trabajo…En este minuto estoy sentado frente a mi escritorio con un rumba de papeles que quedaron pendientes antes de mi partida y que ahora han aumentado y la verdad es que no tengo mayor intención de moverlos…es que el llegar luego de un viaje agradable, donde todos los días era despertar e irse directo al comedor para disfrutar del dulce de leche y las facturitas que comprábamos por docenas tanto a la hora del desayuno ,al almuerzo y la hora del té, y que la mayor preocupación era encontrar una caja de cambio para cambiar nuestros dólares para así poder seguir comprando y entrando a tiendas exquisitas de verdad que no dan ganas de hacer nada. Al ver este PC viejo y su sonido horrendo es que me siento preso, sumado a la incertidumbre de no saber que es lo que pasará con mi futuro en esta empresa, al despertar hoy en la mañana pensé en no venir a trabajar mas, enviar mi renuncia por correo y desligarme de una vez de esta empresa, luego medito y pienso que quizás debería seguir aguantando, que quizás el sueldo es poco pero al menos es seguro, que quizás no sea tan buena idea el renunciar ahora ,que quizás deba esperar un poco mas, apretar los dientes y respirar…lo he hecho antes, tal vez sea bueno seguir haciéndolo...pero quien no se arriesga no cruza el río dicen y yo ya quiero cruzarlo, necesito desafíos nuevos y tal vez este sea uno…quizás deba contentarme con la buena onda que tengo con mi jefe directo y esperar a cumplir el proyecto que ya tracé para el siguiente año, pero ese proyecto me tomará dos años mas, es decir soportar un sueldo bajo, exceso de horas y trabajo todo ¿por un ”futuro mejor”? si ni siquiera sé si mañana estaré vivo, que me debería importar lo que sucederá en dos años mas?…quizás deba seguir con mi bajo perfil y esperar a que todo desemboque solo, quizás no ocurra mi despido este viernes y quizás tampoco el siguiente mes, pero mientras seguiré aguantando, haciendo un trabajo mediocre para un sueldo mediocre….
Mientras tanto, me quedo recordando a esa pareja mientras bailaba el tango, saboreando el sabor delicioso de las facturitas rellenas, la imagen de las vitrinas bien decoradas con trajes de excelente corte y soñando con mis próxima aventura que solo los días fijarán su destino.