jueves, 5 de julio de 2007

Sentir. por Perecedero



Hay minutos en los que claramente ni puedo controlar mis sentimientos, como lo fue el sábado pasado , en el cual asistí al funeral de mi tío, el era un buen tipo, un hombre tranquilo, que jamás se casó ni tuvo hijos, trabajador y solitario, no pude evitar verme reflejado en él, siempre nos dijeron que por carácter éramos muy similares, y en ese día en el minuto en que metían su ataúd en el nicho, una persona hizo un alto y dijo unas palabras para mi tío, fueron demasiado lindas, contando anécdotas de ellos y citando frases típicas con las cuales hablaba él, luego una compañera de trabajo y seguido a ella su novia, no pude evitarlo y un par de lágrimas cayeron de mis ojos, estaba al final de todos, así me pude esconder bien y que nadie notara que lloraba, no solo me dio pena la muerte de él si no que inevitablemente pensé en mi madre, en mi hermana y mis sobrinos, las únicas personas que cuento como soporte y que de solo imaginar la ausencia de uno de ellos me hizo sentir lleno de melancolía, a pesar de la relación a veces lejana que tengo con ellos, son lo único que realmente me pertenece y a los únicos a los cuales les pertenezco. Ese día terminó bien, invadido por todo este sentimiento los invité a todos a almorzar, fuimos a un restaurante y comimos todos en familia, creo que no salíamos hace mas de 5 años todos juntos, luego los niños jugaron en la plaza Brazil y yo con ellos; ese día fui feliz.
Este martes me junté con mi mejor amiga y su novia, a ella solo la había visto en tres oportunidades en 7 meses que llevan de relación y me parecía apropiado una reunión para conocerse mas, saber quien es la mujer que está haciendo feliz a mi amiga y de paso una excusa para celebrar. Fue una agradable velada, pasamos por tres bares distintos, con caipirinhas, mango sour, cerveza y vino entre los brebajes disfrutados, todo salió bien, pero en un minuto de la noche ocurrió algo, tuve un sentimiento que creo solo tuve en mi adolescencia (cuando todo era un caos en mi cabeza), ellas se acariciaban y en un minuto se besaron, unas cuantas veces, en ese minuto algo pasó en mi, hubo un apretón de estomago y luego una idea y pensé :" me siento solo por primera vez en años", no me dio pena ni quise salir corriendo a pedirle noviazgo al primero que pasara, si no que fue raro el ver que ella estaba tan feliz con su novia con tanta química entre ellas, que extrañe ese sentimiento, eso de mirarse y decírselo todo y que ese contacto labio a labio haga que todo lo que está a tu alrededor se esfume y que ,lo único que importa es disfrutar de aquél beso.

6 valientes:

Erranteazul dijo...

No siento miedo de decirte que ese sentimiento, compartido por cierto en más de una ocasión, es absolutamente normal, pero más cuando observas que dos seres muestran su amor ante ti.
Pero, ven a mi casa. Es la tuya. Sólo estoy a 10,000 km de distancia. Ya la conoces. La puerta está abierta.
Un abrazo.

Nico dijo...

Estimado Perecedero!:
No sabes cuantas veces me ha pasado ese sentimiento.
Cuantas veces he visto parejas de pololos caminando de la mano, dándose unas sonrisas o agarrarse de las mechas.
Derepente esos sentimientos son ultra válidos, porque a todos nos han pasado y por la sencilla razón de que uno tiene el maldito instinto gregario en el cuerpo y no hay como sacárselo.

Pd: Estoy que me pongo a juntar las lucas, recorrer los 10 mil kílometros e instalarme en la casa de Errante. Estaré yo también invitado?.

Yoy_Spica dijo...

Nico si este niño errante nos tiene a todos invitados ...

Bueno esta semana ha sido delicada en el tema que usted relata, tal vez si conversamos un día sabrá a qué me refiero.

La muerte es parte de la vida y hay que asumirla y afrontarla como tal, nadie dijo que es fácil vivir y creo que ese momento es uno de los más cruciales para todo ser humano.

Que bueno que después despejó su mente junto a su familia y posteriormente con sus amigas. Es extraño observar el amor y apreciarlo -como de costumbre- cuando ya no se tiene al lado de uno, sino como un simple recuerdo añejo.

Saludos desde las estrellas y paz *SPICA

Erranteazul dijo...

Por supuesto que todos ustedes están invitados!. Olvidé decirles que en mi casa, junto a la mexicana ondea una bandera chilena. Se mueven al unísono agitadas por el viento del mar. Son hermanas. En la sala guardo como un tesoro la foto del viejo Pablo y en un estuche de cristal la flor del Llanquihue. Estoy también yo en dos fotos: una en mi casa de Providencia, en Santiago. Otra junto a los riscos en Isla Negra. Me resulta todo tan querido que en mis momentos de alegría saco el tequila, traigo el mariachi y mezclo todo con la esperanza de que algún día mis amigos chilenos vendrán.
Así que, Nico, Perecedero y yoy_spica, la mesa en la terraza está puesta. Venid!

Erranteazul dijo...

Otra vez yo: La muerte, Perecedero, merodea en nuestro entorno desde el instante mismo en que somos concebidos. Por tanto, lo mejor k podemos hacer es burlarnos de ella, jugar con ella mientras podamos. Ponernos serior un rato, llorar hasta más no poder cuando alguien cercano se va, pero después...
Todos vamos pa yá.
Mejor pensemos en el amor y yo agradezco tanto vuestra presencia en mi blog. Sus comentarios han sido tan cálidos que a diario, cuando voy a mi risco, ustedes están juno a mi. Gracias.

tierragramas dijo...

al final de cuentas, por más que uno busque la independencia emocional, uno necesita gente al lado, y no sólo amigos o amigas. entiendo perfectamente de lo que hablas, aunque, gracias al "pulento", no lo vivo ahora...

pero lo he pasado...